Para nadie es novedad que en el distrito de Comas la basura está regada en todas partes del distrito: avenidas, parques, veredas, paraderos, etc. Este lamentable suceso responde a algunas causas que a continuación daremos a conocer. En primer lugar, la clara ineficacia de parte del equipo técnico de la municipalidad, liderado por el Alcalde, para establecer un nuevo ordenamiento que establezca los intervalos entre el tirado y el recojo de la basura, que dicho sea de paso, hasta la fecha el Alcalde solo se inmuta en su silencio... típico de los pseudopolíticos que sólo buscan un puesto político para su beneficio económico. En segundo lugar, se refleja el maltrato que reciben los trabajadores al no contar con los implementos necesarios para efectuar dicho trabajo, no tienen mascarillas, ni ropa adecuada, es decir, no cuentan con las condiciones mínimas de seguridad; a parte del maltrato económico, pues no reciben sus pagos de manera puntual. Y, en tercer lugar- y lo más importante-, la falta de concientización del cuidado del medio ambiente en general. Con esto último no quiero decir que sólo los comeños carecen de esto, sino,  y es mi opinión, el limeño en sí. Para comprobarlo, solo falta observar a las personas que caminan, o que van en el carro, tirar papeles, restos de comida, envolturas, bolsas, plásticos, etc. Es algo que aún los medios de comunicación no prestan mucha atención,  porque no se puede hablar del cuidado de la naturaleza, sino, paralelamente, no se aplican políticas que permitan modificar esta pésima actitud. Ahora bien, de nada sirve pensar este problema a base de distritos, sino desde un enfoque general, si es posible a nivel departamental y así sucesivamente. En mi caso, no soporto ver cuando la gente bota basura en la calle sin ningún remordimiento, aunque sé que en el fondo esto no tan cierto. El tema da para más, pero solo me queda decir que el hombre moderno se enfrenta a nuevo problema propio de él: la basura.